Farmacia Estácio

SABER +

Madera esculpida y dorada

Oporto, Portugal

Fundada en 1924

Nº Inv. 13555

Museo de la Farmacia Oporto


La Farmacia Estácio, situada en Rua Sá da Bandeira en Oporto, debe su nombre a Emílio Faria Estácio (1854-1919), farmacéutico de la Universidad de Coímbra. Compuesta por 6 muebles vitrinas y 5 mostradores con puertas de cristal.


En 1883, fundó la Farmacia Estácio en el Rossio (Lisboa) y en 1888 fundó la Fábrica "a Vapor de Productos Químicos y Farmacéuticos". Además fue el fundador de la Companhia Portuguesa Higiene (CPH) en 1891, a partir de la firma Estácio & C.ª, permaneciendo como director de esta empresa hasta 1908. La compañía apostó firmemente por la dosimetría y también inició en 1893-94 la fabricación de comprimidos (entonces denominados pastillas comprimidas).


En 1913, la CPH pasó a ser una sociedad de responsabilidad limitada siendo también propietaria de la Farmacia Estácio del Rossio. Sus nuevos socios pasaron a ser António de Matos Casaca, que ya era director técnico de la Farmacia Estácio en tiempos de Emílio Estácio, João Augusto dos Santos, farmacéutico que se convirtió en gerente a partir de 1918 y Silvério de Castro Abranches Melo Borges. Alejado de la Companhia que fundara, Emílio Estácio se estableció con una Farmacia en Rua de Santa Marta, con el nombre de Estácio & filhos.


En 1924, la Companhia Portuguesa de Higiene abre una sucursal en Oporto de la Farmacia Estácio con el mismo nombre, cuyo director técnico es uno de sus socios, João Augusto dos Santos. En 1926, la Farmacia Estácio de Oporto deja de ser propiedad de CPH, existiendo en 1943 el primer registro de la Farmacia Estácio, en el Gremio Nacional de las Farmacias.


En 1935, ya existían los Laboratorios Estácio de Oporto, propiedad de la Farmacia Estácio, fabricando "productos galénicos e inyectables", bajo la dirección técnica de Manoel Rodrigues Ferro, asistente de la Facultad de Farmacia de Oporto.


En los armarios de la farmacia están representados los bustos de ilustres farmacéuticos y químicos, que ocuparon cargos destacados en las instituciones del Oporto, a principios del siglo XX, especialmente Agostinho da Silva Vieira, António Joaquim Ferreira da Silva, Moraes Caldas, Flores Loureiro, Manoel Nepomuceno y Roberto Frias.


A finales de los años 40 surgen anuncio de la balanza parlante de la Farmacia Estácio, convirtiéndose en un símbolo de la zona baja portuense de esa época, llegando incluso a formarse colas delante de la puerta de la farmacia. El cliente se subía a la balanza y un empleado “escondido” en la planta inferior le decía su peso. En los años 70, la afluencia era de tal magnitud que existía un empleado que se encargaba exclusivamente de este servicio.


En 1975 un incendio de grandes proporciones en Rua Sá da Bandeira, alcanzó la Farmacia Estácio y destruyó gran parte de su interior, incluyendo la famosa balanza.